Las hormonas, que son químicos en tu cuerpo, actúan como mensajeros que ayudan a controlar tus células y órganos. Y los alteradores endocrinos son químicos que interfieren con el funcionamiento de las hormonas.
Algunos alteradores endocrinos se producen naturalmente y otros los hacen seres humanos. La Endocrine Society estima que hay aproximadamente 85,000 químicos artificiales en el mundo y 1000 o más de ellos podrían ser alteradores endocrinos.
Los alteradores endocrinos pueden bloquear funciones hormonales normales o imitarlas de tal forma que “engañan” al cuerpo para que produzca un exceso o déficit de las hormonas que necesita para un funcionamiento regular.
Se piensa que estos químicos se asocian a varios problemas biológicos o de desarrollo, incluyendo el cáncer endometrial.
La relación entre los alteradores endocrinos y el cáncer endometrial
El cáncer endometrial, que se produce en la mucosa del útero, es el tipo más común de cáncer que afecta a los sistemas reproductivos de las mujeres. Y el estrógeno promueve algunos tipos de cáncer endometrial.
“Investigaciones recientes han demostrado que los alteradores endocrinos parecen asociarse al cáncer endometrial en las mujeres debido al incremento de estrógeno en sus cuerpos”, dijo Dana M. Chase, M.D., una oncóloga ginecológica de UCLA Well being.
La exposición al estrógeno puede hacer que la mucosa endometrial crezca demasiado y eventualmente se vuelva cancerosa.
Los alteradores endocrinos se encuentran en todas partes
Muchos estudios investigativos han demostrado que todos tenemos contacto con alteradores endocrinos de muchas formas, incluyendo en:
- El aire que respiramos
- Los alimentos que comemos
- El agua que bebemos
- Las cosas que tocamos
Los alteradores endocrinos se encuentran en muchos productos con los que interactuamos cotidianamente. Tipos comunes de alteradores endocrinos y sus usos incluyen:
BFA: Es útil para la fabricación de productos plásticos tales como ventanas de seguridad, gafas, botellas de agua; también para recubrimientos de algunas latas metálicas y tapas de botellas.
Dioxinas – Se liberan en el aire durante incendios forestales, incendios en patios traseros y procesos industriales tales como la fabricación de herbicidas y el blanqueamiento del papel. La mayor parte de la exposición se produce por comer grasas animales en la carne, productos lácteos y pescado.
PFAS – Estos recubrimientos se utilizan para hacer que los utensilios de cocina no se peguen y para que las prendas no se manchen y sean resistentes al agua.
Ftalatos – Conocidos como “plastificantes”, estos compuestos hacen que cosméticos, fragancias, esmaltes de uñas, fijadores de cabello de aerosol, lociones postafeitado y champús duren más.
PCB: Prohibidos en Estados Unidos desde 1979, productos que se fabricaron antes de la prohibición todavía podrían contener PCB, incluyendo equipo eléctrico, pintura derivada de petróleo, plásticos, adhesivos y masilla.
Triclosán: Usado para prevenir contaminaciones bacterianas en productos tales como jabones antibacteriales, geles para baño y pastas dentales.
Los fitoestrógenos también pueden ser alteradores endocrinos
Los fitoestrógenos son estrógenos que se producen naturalmente en las plantas que comemos. Se consideran alteradores endocrinos porque podrían tener un efecto comparable al del estrógeno que produce el cuerpo. Consecuentemente, los fitoestrógenos pueden alterar el equilibrio entre el estrógeno y la progesterona por el efecto que ejercen en la mucosa endometrial.
Sin embargo, el efecto de los fitoestrógenos en el cuerpo no se ha determinado. Alguna vez se pensó que los fitoestrógenos podrían asociarse con ciertos cánceres. Sin embargo, investigaciones han indicado que no hay un mayor riesgo si recibes fitoestrógenos que se generan naturalmente en fuentes vegetales o de fuentes sintéticas.
De hecho, los fitoestrógenos vegetales podrían incluso tener beneficios que protegen en contra de ciertos trastornos, tales como la osteoporosis, enfermedades cardiacas, cáncer de mama, cáncer endometrial y síntomas vasomotores de la menopausia.
Alimentos que pueden contener fitoestrógenos incluyen:
- Productos de soya tales como el tofu y la leche de soya
- Maní y la mantequilla de maní
- Semillas de lino
- Guisantes
- Frijoles
- Cerveza
Evitar los alteradores endocrinos
Puesto que los alteradores endocrinos están literalmente en todos lados, no hay forma de removerlos de tu entorno o de evitarlos por completo.
Sin embargo, la Endocrine Society sugiere pasos simples para reducir la exposición de tu familia:
- Bebe agua filtrada, no agua embotellada.
- Minimiza el consumo de alimentos procesados lo más posible.
- No almacenes alimentos enlatados en áreas en las cuales el calor excesivo pueda hacer que alteradores endocrinos se filtren en los contenidos de las latas.
- Cut back el uso de pesticidas en tu hogar y patio.
La sopa de letras de alteradores endocrinos
El artículo de una evaluación de 2022 examinó posibles conexiones entre el cáncer endometrial y los alteradores endocrinos, incluyendo el bisfenol A (BFA), los bifenilos policlorados (BP) y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP).
Los autores concluyeron que existen conexiones entre estos químicos y el cáncer endometrial a nivel molecular. Sin embargo, actualmente no se puede saber cuánta exposición a estos químicos tiene cada persona ni qué nivel de exposición es peligroso.
Más recientemente, otro grupo de investigadores comparó la carga whole de estrógeno en la sangre de más de 300 mujeres. Aproximadamente la mitad de las mujeres tenía cáncer endometrial y la otra mitad no. Los investigadores pudieron determinar cuánto estrógeno producía el cuerpo de cada mujer versus el estrógeno que provenía de varios tipos de alteradores endocrinos.
Las mujeres que tenían mayores niveles de estrógeno de alteradores endocrinos tenían más posibilidades de tener cáncer endometrial que las que tenían los niveles más bajos. Este estudio identificó, por primera vez, una asociación positiva entre los niveles de estrógeno de fuentes externas al cuerpo y el riesgo de cáncer endometrial.
Estas conclusiones eran lo que Chase anticipaba, al menos por ahora. “Una correlación no determina una causalidad así que, en este momento, la conexión entre los alteradores endocrinos y el cáncer endometrial es solo una asociación interesante”, dijo. “Sabemos que el exceso de estrógeno en el cuerpo hace que las mujeres tengan riesgo de cáncer endometrial y que tenemos productos en nuestro entorno que alteran los niveles de estrógeno en nuestros cuerpos. Pero es importante que las personas entiendan que no podrán evitar el cáncer endometrial solo porque dejan de tomar agua de botellas de plástico. No es tan sencillo”.
Este recurso educativo se preparó con el apoyo de Merck.
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